Mondelez, la compañía transnacional dedicada a los snacks, con sede en EE.UU., se ha negado sistemáticamente a responder a las comunicaciones de la UITA, que documentan la evidencia de violaciones llevadas a cabo por la compañía. Cuando se pidió a Mondelez que respondiera (en forma indirecta) a la UITA, a través del Centro de Información sobre Empresas y Derechos Humanos [1], la empresa evadió los problemas fundamentales y no hizo referencia significativa alguna a las normas internacionales.
Por lo tanto, la UITA presentó una queja formal ante el correspondiente organismo del gobierno de EE.UU., y lanzó una CAMPAÑA GLOBAL [2] en defensa de sus miembros de Mondelez en Egipto y Túnez.