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Conmemoración de Tiananmén

30.05.19 Editorial
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Los trabajadores y trabajadoras de Hong Kong se reunirán el 4 de junio para mantener viva la promesa y la memoria del movimiento democrático chino de 1989 y de los sindicatos autónomos de trabajadoras y trabajadores organizados que desafiaron las estructuras sindicales oficiales del Partido-estado. La Confederación de Sindicatos de Hong Kong, el único sindicato independiente en China, ha mantenido viva esa memoria a través de manifestaciones y actos públicos todos los años desde hace tres décadas cuando llegaron los tanques a la Plaza de Tiananmén y miles de personas fueron detenidas y encarceladas en toda China. Del mismo modo, los sindicatos de todo el mundo tendrían que alzar la voz y hacer visible su apoyo.

Si bien ha habido muchos cambios en China, incluida la aparición de una acción colectiva en masa por parte de trabajadoras y trabajadores, el aparato represivo que se reorganizó, centralizó y refinó en 1989 sigue vigente. Este aparato incluye a la Federación de Sindicatos de toda China (ACFTU), que ha colaborado sistemáticamente con el gobierno y sus servicios de seguridad para garantizar que se sigan criminalizando las actividades de organización independiente de trabajadoras y trabajadores.  

A principios de este año, muchos activistas obreros y defensores de los derechos laborales "desaparecieron" o fueron detenidos penalmente en China luego del intento de los trabajadores y trabajadoras de Jasic Technology de formar un sindicato en 2018. ACFTU no se mantuvo pasiva sino que jugó un papel activo en la represión de Jasic. Sin embargo, para gran parte del movimiento sindical, la represión en China ha pasado a ser un mero punto en el orden del día, si es que figura, o se ha trivializado para colocarle la etiqueta adecuada en caso de que uno se encuentre con un representante de ACFTU.

¿Será la tremenda dimensión de la represión en China lo que adormece la percepción, los principios y la solidaridad? En China occidental se internó en "reeducación a través de campos de trabajo" a un millón o más de uigures y otros pueblos en gran parte musulmanes y en su mayoría de habla turca. Con ayuda de la tecnología estadounidense, el gobierno creó una base de datos genéticos uigures obligatoria para facilitar la vigilancia masiva. En toda China se está aplicando tecnología de reconocimiento facial basada en inteligencia artificial dirigida a minorías. El movimiento obrero tradicionalmente ha tomado una postura contra el encarcelamiento masivo, la vigilancia generalizada y el trabajo forzoso. Sin embargo, hoy en día, esas violaciones sistemáticas de derechos enfrentan el silencio. ¿Alguien puede creer que esta vasta maquinaria de represión y vigilancia no va a estar dirigida contra personas que luchan por los derechos laborales y las libertades civiles? ¿Podemos condenar la vil vigilancia de Amazon a sus trabajadores y trabajadoras y guardar silencio frente a la vigilancia en una escala incomparablemente mayor?

La censura en China va y viene, con objetivos en constante cambio. Algunas partes del registro histórico, como el Gran Salto Adelante, o la Revolución Cultural, por ejemplo, surgen ocasionalmente en alguna discusión limitada antes de que la política y el poder los manden de nuevo al agujero de la memoria. El movimiento democrático y su brutal represión siguen siendo tabú. A medida que se acerca el 4 de junio habrá nuevas detenciones y esfuerzos para borrar, tanto de Internet como de comunicaciones privadas y de la memoria, toda referencia a los hechos del 4 de junio de 1989 y su significado.

HKCTU está luchando contra la constante asfixia del espacio democrático en Hong Kong, donde los dirigentes del Movimiento Occupy recién recibieron condenas penales y los propios dirigentes de HKCTU enfrentan cargos. No obstante, mantienen un apoyo constante a la lucha por los derechos laborales en el continente, y planean salir a la calle el 4 de junio. La UITA se siente orgullosa de ellos.