La organización sindical agroalimentaria afiliada a la UITA, FLAI-CGIL, junto con numerosas organizaciones de la sociedad civil, pide al gobierno que tome medidas inmediatas para proteger la salud y la seguridad de los miles de trabajadores y trabajadoras migrantes irregulares y solicitantes de asilo que viven en el país. En una carta abierta [1] de fecha 24 de abril, pide solidaridad con los trabajadores y trabajadoras irregulares que viven en campamentos improvisados y guetos, muchos de quienes trabajan en la agricultura, sin acceso a agua y saneamiento adecuados. Las medidas de las autoridades para hacer frente a la emergencia sanitaria no llegan a estas poblaciones, ponen en riesgo vidas y amenazan con transformar las áreas en puntos críticos de la pandemia.

La carta hace un llamado al gobierno para que permita medidas de control y prevención mediante órdenes de uso de viviendas vacías para migrantes y la incorporación de mejoras en la infraestructura básica. La interrupción en la oferta de mano de obra migrante de Europa Oriental amenaza la producción agrícola, mientras que los trabajadores y trabajadoras irregulares no pueden cubrir la escasez debido a su temor a las autoridades. La carta sostiene que se debe permitir que las personas migrantes y solicitantes de asilo, salgan con confianza de su situación irregular mediante el otorgamiento de residencia.

La emergencia sanitaria y la amenaza a la producción de alimentos, advierte la carta, solo pueden abordarse garantizando los derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras y la aplicación estricta de los convenios colectivos del sector.