El viernes, 14 de enero de 2011, los trabajadores y trabajadoras organizados en la UGTT (Unión General de Trabajadores Tunecinos), incluida la Federación de Alimentación y Turismo FGAT, afiliada a la UITA, participaron en una huelga general de dos horas de duración para protestar contra la violenta represión gubernamental por el levantamiento popular frente a los problemas económicos nacionales, el elevado desempleo y la corrupción de la familia presidencial.

Reconociendo la necesidad de responder a los legítimos reclamos  del movimiento de protesta, la Comisión Nacional de la UGTT se reunió en una sesión extraordinaria el 11 de enero y emitió una declaración:

• condenar el recurso a la violencia armada por parte la policía y el asesinato de numerosos ciudadanos;
• expresar solidaridad con las familias de las víctimas y ofrecerles apoyo;
• reclamar la creación de una comisión de investigación para aclarar las condiciones por las que se utilizó munición real contra los manifestantes y determinar las responsabilidades;
• defender la libertad de expresión y el derecho a realizar manifestaciones pacíficas de conformidad con las normas internacionales y la Constitución de Túnez, recordando que estos derechos fueron adquiridos por el pueblo tunecino mediante un largo proceso de lucha a nivel nacional y desarrollo social;
• exigir la inmediata liberación de todos aquellos que fueron detenidos en relación con las protestas;
• condenar la destrucción de la propiedad sindical llevada a cabo por la policía en la ciudad de Kasserine y rechazar los desesperados intentos del gobierno para culpar al sindicato de los trágicos acontecimientos que han marcado al país;
• exigir apoyo para los desempleados que cubra al menos sus necesidades fundamentales así como atención médica gratuita;
• reclamar la creación de un comité de diálogo nacional a fin de determinar las necesarias reformas económicas y sociales que garanticen la estabilidad, seguridad y prosperidad nacionales.