El 7 de octubre, Japan Tobacco anunció planes para reestructurar las operaciones en Europa, donde hace referencia a la disminución de la demanda y la futura legislación de la UE. Se informó a 872 trabajadores y trabajadoras de Irlanda del Norte y a 132 en Bélgica de que sus fábricas cerrarían, y 100 trabajadores y trabajadoras de Alemania se enteraron de que las máquinas que operan serían desmanteladas: todo ello en el año 2017.

Las afiliadas de la UITA creen que la caída de los mercados y la legislación sobre tamaños de los paquetes tienen poco que ver con la decisión de cerrar las fábricas y trasladar la producción a otros países europeos. La empresa está tratando de aumentar los beneficios para los accionistas a través del ahorro de costos, en particular el ahorro en costos laborales.

En una declaración de 13 de noviembre, el comité de empresa europeo de JTI [pulse aquí [1]] se opuso a los planes de reestructuración y exigía transparencia a la empresa.

Con discusiones locales en curso, la UITA y sus afiliadas en el Reino Unido, Bélgica y Alemania han prometido pleno apoyo a las propuestas presentadas y han solicitado una reunión con la dirección internacional de JTI.