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Trabajadoras y trabajadores de la carne y avícolas: punto candente global de coronavirus

18.05.20 News
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Pese a la  orden ejecutiva  (solamente en inglés) del Presidente Trump de Estados Unidos del 28 de abril, que exige que las plantas de carne permanezcan abiertas, 47 plantas de carne y avícolas cerraron temporalmente a partir del 11 de mayo debido a la rápida propagación de infecciones en el personal. Los casos confirmados de COVID-19 aumentaron 40%  (solamente en inglés) en la semana posterior a la orden ejecutiva en los condados de Estados Unidos con los principales mataderos de carne de res o cerdo, en comparación con un aumento del 19% a nivel nacional. Murieron al menos 30 personas que trabajaban en el sector cárnico y se infectaron miles.

Dos plantas cárnicas de Alberta, Canadá, dieron lugar a casi uno de cada seis de los 3.400 casos de COVID-19 de la provincia.

La industria cárnica de América del Norte, con sus gigantes plantas que concentran a miles de trabajadores y trabajadoras a velocidades de línea intensas, ha generado un particular escrutinio en la actual emergencia de salud pública, pero la susceptibilidad de las plantas de procesamiento de carne y aves a la rápida propagación de la infección viral es un fenómeno global. Ha habido importantes brotes en plantas donde se empaca carne en Australia, Brasil, Francia, Alemania, Irlanda y España, y se continúan propagando.

El coronavirus que causa la enfermedad COVID-19 se propaga rápidamente de una persona a otra en el trabajo porque la presión de las velocidades de línea exige mucha proximidad entre esas personas.

Para mitigar la propagación del virus y salvar vidas, hay que reducir la velocidad de las líneas de sacrificio y procesamiento para permitir el distanciamiento físico, y las personas que trabajan en el sector tienen que contar con equipos de protección del más alto nivel. Las inspecciones laborales tienen que exigir constantemente el control estricto de los procedimientos de seguridad. Las pruebas diarias obligatorias y el seguimiento de contactos son medidas esenciales para combatir la propagación del virus entre los trabajadores, trabajadoras y sus comunidades.

Las afiliadas de la UITA insisten en medidas de seguridad más estrictas y protección de la totalidad de los ingresos de las personas infectadas, en cuarentena o despedidas.