Intimidación policial, amenazas gerenciales y vulneración de derechos en Arcor Argentina

El 4 de mayo, la policía ingresó a la fábrica de galletas Bagley en Arroyito, Córdoba e intentó arrestar a trabajadoras, trabajadores y representantes sindicales que preparaban una reunión sobre medidas de bioseguridad para enfrentar el riesgo de coronavirus. Héctor Morcillo, secretario general de la Federación de trabajadores y trabajadoras de industrias de la alimentación FTIA, afiliada a la UITA, quien asistió a la planta de Córdoba para evitar que la policía hostigara a los delegados sindicales, condenó enérgicamente el uso de la policía contra representantes sindicales "que defienden los salarios, la seguridad y la vida de nuestras compañeras y compañeros trabajadores".

Según el sindicato, Bagley no ha estado pagando los bonos y primas obligatorios y se niega a pagar salarios a las personas autorizadas por ley a quedarse en casa para cuidado infantil durante la pandemia.

La organización sindical solicitó la intervención del Ministerio de Trabajo en el conflicto y la obtuvo, pero Arcor ha violado los términos de la orden de conciliación y continúa amenazando a representantes sindicales. Según la organización sindical, Bagley aún no ha implementado las protecciones de salud y seguridad necesarias.

El fabricante argentino del rubro confitero Arcor tiene unas 40 plantas en toda América Latina.

A través de la Secretaría regional latinoamericana, Rel-UITA, los sindicatos latinoamericanos que representan a trabajadoras y trabajadores de Arcor han demostrado su solidaridad con la FTIA; el conflicto continúa.

Se puede consultar más información en el sitio de Rel-UITA aquí.