Las fantasías de inocuidad alimentaria del libre comercio y la agenda tory del Reino Unido

Las normas de inocuidad alimentaria del Reino Unido corren gran riesgo a medida que el gobierno tory de Boris Johnson se prepara para la desregulación posbréxit.

En un discurso el 3 de febrero, pocos días después de que el Reino Unido abandonara la UE, el primer ministro Boris Johnson dijo: "Hay otros problemas en los que creo haber oído cierta histeria... hay algo como si los alimentos de Estados Unidos fueran de alguna manera inferiores y yo miro a los estadounidenses y los veo bastante bien nutridos. Y no oigo que ninguno de estos críticos de los alimentos estadounidenses regrese de ese país y se queje ... Así que cortemos un poco con la paranoia de este argumento ".

El desprecio casual del Primer Ministro por los hechos guarda relación con la ahora olvidada afirmación de que salir de la UE permitiría invertir hasta 350 millones de libras esterlinas por semana en el Servicio Nacional de Salud.

Se ha necesitado una lucha constante para defender a las normas europeas de inocuidad alimentaria de la presión de la industria, pero las normas de inocuidad alimentaria de la UE y EUA difieren fundamentalmente porque se basan en premisas opuestas. En Estados Unidos, se presume que los alimentos son inocuos hasta que se demuestre lo contrario. La normativa de la UE se basa en el principio de precaución. Antes de llevar un producto al mercado, el fabricante tiene que demostrar que es inocuo. Este enfoque salva vidas.

Según las cifras del gobierno de Estados Unidos, la bacteria de la salmonella, causa frecuente de enfermedades transmitidas por los alimentos, ocasiona alrededor de 1.350.000 infecciones, 26.500 hospitalizaciones y 420 muertes por año en Estados Unidos, en una población de 327 millones. En 2019, las autoridades europeas (con datos de 2016) informaron de unos 95.000 casos confirmados por laboratorio, de los cuales 134 fueron mortales. Esto es en una población de 512 millones de habitantes, incluido el Reino Unido.

El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos estima que 1 de cada 6 estadounidenses se enferma anualmente por enfermedades transmitidas por alimentos y mueren 3.000 personas. Las cifras de la UE son muy inferiores.

La política alimentaria del Reino Unido, según Johnson, se "regirá por la ciencia, no por galimatías", y ha pedido "liberar" al Reino Unido de las reglas que restringen la tecnología de modificación genética.

Un acuerdo comercial tory con EUA entonces, liberaría las barreras reglamentarias a la importación de alimentos baratos y subsidiados de Estados Unidos, incluidos cereales genéticamente modificados y otros alimentos, y sustituiría las normas de seguridad alimentaria originadas en la UE por normas mucho más débiles a expensas de amenazas bien documentados para la salud y seguridad de trabajadoras, trabajadores, consumidoras, consumidores y el medio ambiente. Las aves de corral tratadas con cloro, la carne de vacas criadas con hormonas de crecimiento y los cereales modificados genéticamente adictos a la aplicación masiva de plaguicidas patentados llegarán a los estantes de los supermercados sin requisitos de etiquetado... todo en nombre de una 'ciencia' que oculta estar dominada por el poder de las grandes empresas.

----------------------

El documento de la UITA Acuerdos comerciales que amenazan la democracia explica el decisivo vínculo que existe entre la inocuidad alimentaria, la protección de trabajadoras, trabajadores, consumidoras, consumidores y el medio ambiente y la agenda liberalizadora que promueve el actual régimen de comercio e inversión.